miércoles, 23 de febrero de 2011

MUJERES EN LA REPÚBLICA

lunes, 21 de febrero de 2011

La mujer en la India, en "60 minutos"

viernes, 18 de febrero de 2011

Julieta Paredes - Feminismo Comunitario

Berlusconi, el macho

Berlusconi, el macho


Por lo sabido de él a lo largo del tiempo, da la impresión de que Berlusconi tiene mucho de macho y muy poco de hombre. Con eso está dicho casi todo de este indecente mafioso metido a político.

Jaime Richart
Para Kaos en la Red


Por eso merece que sean tres mujeres, y no otros machos, quie­nes juzguen a Berlusconi por un delito de corrupción de menores. Pues por más racionales que sean tres hombres o uno solo, siempre predominará en ellos la visión machista de la vida después de siglos arrastrando el macho por los pelos a la hembra. Hay que ser muy hombre, no muy macho, para juzgar a un tipo despreciable como Berlusconi que tiene todo el poder feudal y toda la depravación de Calígula (sólo falta saber si es aficionado también al bestialismo como este antiguo emperador). Y hoy día la deriva cultural nos trae a muchos machos pero pocos hombres en el sentido que tenían de la hombría Rudyard Kipling, Séneca y en general los clásicos. Por eso la salvación está en que le juzguen tres mujeres.




Claro que nos importa un pimiento que sea una bestia, pero el caso es que si el juicio realmente llega a celebrarse, será la socie­dad italiana la que salga airosa probando que no está dispuesta a dejarse corromper del todo por un fascista que salió electo con mi­llones de votos untados. Por mucho que se quiera justificar la pre­sencia de este botarate en la dominación de Italia a base de ra­zones democráticas, el hecho cierto es que Italia está en unos nive­les de corrupción y de decadencia moral gracias a él y sólo posibles gra­cias a la complicidad del papa que, estando a un paso de él, no es capaz -o no quiere serlo- de pararle los pies. Claro que práctica­mente todos los medios están en manos del cavaliere, y por otro lado ¿qué fuerza moral tiene el papa para amonestarle cuando la historia de los papas está plagada de indecencias?



El caso es que tres jueces mujeres pueden hacerle morder el polvo a un depravado en la política, que tiene a Italia sodomizada ante la pasividad de tantos machos nada hombres, además dispuestos a imitarle. No en vano Humberto Eco advierte de la tendencia de las democracias occidentales a hacer de Berlusconi el paradigma.



Ya que, como el gánster de Chicago de los años 30, Al Capone, se ha librado Berlusconi hasta ahora de sentarse en el banquillo por delitos mucho más graves, confiemos en que estas tres juezas hagan tragarse a este repulsivo tipo sus ofensas. Confiemos, sobre todo, que por fin sustancien un proceso contra él aunque luego se salga de rositas, que es lo más probable. A fin de cuentas, como dice un proverbio jurídico: "el proceso es en sí mismo una condena". Berlusconi, en todo caso, es la encarnación postmoderna de la de­cadencia que acabó con el Imperio Romano cuyo cargo de empera­dor acabó subastado y en manos del bárbaro Odoacro; un individuo, por cierto, que era mucho más civilizado que la mayor parte de los emperadores precedentes.



 
 

Madre De La Mar by Guadalupe Urbina

miércoles, 16 de febrero de 2011

El réquiem por Berlusconi lo pronuncian las mujeres. Por Concita de Gregorio




¿Serán las mujeres las que toquen el réquiem de esta época tan gris y de su anciano Sultán? Yo creo que sí. En todos los tiempos y en todos los lugares del mundo, las mujeres han protagonizado las revoluciones, ruidosas o invisibles. En nuestro caso sería, además, una némesis. Al principio de todo, Silvio Berlusconi, vendedor de si mismo, entró en política directamente desde el mundo del comercio con una seguridad: las mujeres que ven mis televisiones me aman, me van a votar. Ha sido así: las mujeres han sido su público y su fuerza.




A partir de una época un poco posterior, no le alcanzó con ser amado, sino que quiso además amarlas. Como él mismo dice: muchas, y muchas a la vez, jovenes y adolescentes, un harem de chicas a quienes daba las gracias con un escaño en el parlamento europeo o nacional, un ministerio, un papel de protagonista en una película o un trabajo en la televisión pública. Como si todo fuera suyo, como si fuera normal. Comprar, pagar, disfrutar de la debilidad económica y cultural en la cual el país iba cayendo más y más cayendo en su propio interés. Da igual que fuera el interés de una sola noche.



A un país jorobado le cosió un traje de jorobado. No se le ocurrió nunca intentar mejorar la enfermedad social: dijo que eso era normal, que era "el sistema". Nunca se le ocurrió tampoco que el amor -palabra que quiso transformar en el surreal nombre de su partito politico- en la vida de cualquiera es gratuito. Lo compró, como compra todo, e insistió llamándolo lo que ya no era: amor. Durante mucho tiempo las palabras no tuvieron ya sentido, y en consecuencia, lo que pasaba tampoco parecía tener sentido.



Un día, sin embargo, miles y miles de mujeres respondieron a nuestra pregunta. ¿Dónde estáis, mujeres de Italia? ¿Estáis acaso esperando entrar en la villa del Sultán? Muchas de ellas habían permanecido en silencio durante todo este tiempo porque no podian hablar: tenían trabajo, mucho trabajo que hacer en un país donde los viejos y los niños son asunto de las mujeres. Tenían que ganar dinero (muy poco, las mujeres) para sobrevivir y cuidar a los padres y a los hijos a la vez. La vida real no es la que se ve en la televisión. No en la de Berlusconi, por lo menos. Las mujeres tampoco. Pero un día se dieron cuenta. Tuvieron la fuerza de decir "basta ya". Era el 13 de febrero, un domingo.



Dos días después otra mujer, una juez, decidió que debería ser procesado por los delitos de cohecho y prostitución de menores. Será juzgado por un tribunal de tres fiscales, tres mujeres también. No va a ser el juicio del tribunal, en todo caso, el que nos dirá si Berlusconi está al final de su carrera. Será el juicio de los italianos el que debe establecerlo. Y de las italianas. Puede ser que no sea manaña, que se necesite más tiempo. No vamos a taner prisa y lo vamos a conseguir. El viento está cambiando, todo el mundo lo huele: tiene el sabor del mar.



Concita de Gregorio es directora del diario L'Unità, y una de las promotoras de la protesta contra Berlusconi.








Zulema Montero representante de la organización boliviana "Yanapacuna"

Zulema Montero: Migrantes del MERCOSUR y sus derechos

martes, 15 de febrero de 2011

Berlusconi en bragas: las mujeres italianas se movilizan por su dignidad.

Madrid, Jueves 10 de febrero de 2011, por Mercedes Arancibia


Pues, al final, salieron a relucir las anunciadas bragas en el “día de las mujeres contra Berlusconi”. Al menos unas de color rosa y otras negras se pueden ver en el “álbum de fotografías” que hoy publica el diario La Repubblica tomadas en la manifestación que había convocado la izquierda extraparlamentaria italiana para ayer, en Arcore, la localidad donde el cavaliere pasa los fines de semana y las “noches locas”.



Según la agencia France-Presse fueron un millar de personas las que se acercaron hasta la verja de la lujosa villa San Martino, que el presidente del Consejo tiene cerca de Milán, gritando “¡Basta!” y “Dimite”: el acceso a la casa estaba bloqueado por decenas de miembros de la policía.



Las pancartas eran mucho más explícitas: “Atención es peligroso”, “Caducado”, “Perjudica gravemente la salud”, “Tu nos “ruby” la dignidad”, “Hagamos limpieza en la putocracia”... Hubo manifestantes disfrazados de Berlusconi y de conejitos rosas; otros llevaban esposas.



La iniciativa, organizada por el movimiento del Popolo Viola y otras asociaciones, a base de sms y correos electrónicos, tuvo dos aspectos: para empezar, el festivo, con música y canciones; después, el de los enfrentamientos con las fuerzas del orden (alguien, algún día, me tendrá que explicar por qué se llaman así), que se saldó con algunos heridos de poca consideración, entre ellos tres agentes de policía, dos carabineros y un periodista, y dos detenidos acusados de violencia y resistencia a un oficial.



En Facebook la página de la manifestación recogió casi ocho mil adhesiones.



Antes, el sábado, varias decenas de miles de personas se concentraron en Milán, delante de la magistratura, para escuchar a personalidades como los escritores Umberto Eco y Roberto Saviano que también piden la dimisión del cavaliere.









 

Cuando el Ganges suena. (Crítica de la película Agua de Deepa Mehta).




Cuando el Ganges suena




Agua es un film poético y punzante que denuncia las injusticias y el sometimiento de las viudas en la India





El marco del Primer Festival Internacional de cine de mujeres denominado Mujeres en Foco, desarrollado en Buenos Aires del 5 al 10 de mayo, fue el escenario para la proyección del film Indio-Canadiense Agua (Water, 2005). Esta película que ya cuenta con cinco años de existencia y una nominación a los premios Oscar, no pudo ser apreciada por el público porteño debido a aquellas desatinadas y arbitrarias decisiones que afectan a la cartelera comercial.



Agua forma parte de una singular trilogía compuesta por Tierra (Earth, 1998) y Fuego (Fire, 1996) de la directora y guionista india Deepa Mehta, quien ha recorrido un largo camino librando una batalla desigual contra el fundamentalismo y la censura en su país. Con este último trabajo revisa la relación de la India con la religión, mientras que en Tierra lo hace con la guerra y en Fuego con la sexualidad.


Deepa Mehta al igual que la también cineasta iraní Marjane Satrapi directora de Persépolis (2007) comparten la desdichada circunstancia de no residir en sus países de nacimiento. Mientras que Satrapi instalada en Francia trabaja fundamentalmente en el mercado francófono, la creadora de la “trilogía de los elementos” emigró a Canadá en 1973. Esto les permite a ambas exponer una perspectiva crítica y reflexiva acerca de la realidad que atraviesan sus respectivas naciones. Esta mirada aguda, por momentos autónoma y profundamente laica es lo que le posibilita al film Agua romper con las desigualdades e injusticias perpetradas contra las mujeres, sostenidas y legitimadas por siglos de patriarcado y ortodoxia religiosa.


La historia de Agua, con el Ganges de por medio, transcurre en 1938 en una India, aún no descolonizada del imperio inglés, en plena ebullición del movimiento emancipador liderado por Gandhi. La película relata parte de la vida de una niña de 8 años, Chuyla (Sarala Kariyawasam), que acaba de enviudar, situación muy típica para la India de los años 30´ donde las niñas eran obligadas a contraer nupcias con hombres mayores, y por este motivo es confinada a un espacio denominado “ashram” (que funciona en el film como casa para viudas) en el que deberá pagar las culpas, karmáticas claro está, por la muerte de su cónyuge.


Según las concepciones hindúes, cuando el marido muere la mitad de la esposa también muere con él. Las viudas son consideradas impuras y sólo les quedan tres opciones: casarse con el hermano más joven de su marido, morir con su marido, o llevar una vida de reclusión. Los condicionamientos religiosos traen consigo los económicos, ya que a las viudas les es imposible subsistir sin un hombre. Su única posibilidad está en las “casas para viudas” sostenidas también mediante la prostitución. Agua denuncia la prostitución forzosa, aunque esto pueda sonar a epíteto.


Allí, Chuyla, compartirá con otras viudas el confinamiento, le raparan la cabeza y será obligada a seguir la vida monástica de las otras viudas siendo solo una niña con deseos de jugar. Allí se plasman un vaivén de sucesivas imágenes de mujeres que habitan el “ashram” entre la dominación y la resistencia. En ese mismo espacio se contraponen los argumentos inocentes de la niña con los de las viudas mayores y resignadas. Es conveniente recordar que aún en la actualidad 11 millones de mujeres y niñas en la India viven bajo la miseria de este sistema inhumano de reclusión.


 
Una cámara sensible y de largos planos refleja la mirada de impotencia de la protagonista y de las otras mujeres en su deambular por los alrededores del río. El agua siempre presente es una metáfora de la hibridación y la lucha entre la tradición y la identidad, entre los anhelos de libertad y aquella cultura que incompresiblemente nos oprime. En este sentido, el film, representa tanto una crítica al hinduismo extremo como a la opresión femenina en general.



El agua referente permanente en la película posibilitará el telón para una historia de amor. A orillas del río Kalyani (Lisa Ray), la segunda viuda más joven que es obligada a prostituirse, conocerá Narayan (John Abraham), un joven idealista y seguidor de Gandhi que estará dispuesto a renunciar a prejuicios e imposiciones religiosas para poder estar con su amada.


 
En aquel lugar se encontrará con otras mujeres-viudas, algunas viejas que esperan la muerte y otras jóvenes que serán iniciadas para servir sexualmente a otros hombres. El film no comporta ningún tipo de estereotipo ni lugar común. Las mujeres recluidas no necesariamente son solidarias con sus pares. Son tan solo mujeres atrapadas y condenadas que exhiben las distintas formas de supervivencia. En ellas asoman las acciones y sentimientos más maravillosos y más perversos como el amor, la ira, la desazón, la usura, la corrupción, el ventajismo, la maldad, la envidia, etc.



Sutiles, medidas y destacables son las actuaciones de Madhumati (Manorama) gobernanta y proxeneta de la casa y de Shakuntala (Seema Biswas) mujer de mediana edad que se debate entre el resentimiento y su deber religioso y quien aporta una suerte de mensaje esperanzador.



Si bien el film no es un alegato ecológico en términos políticos si lo es en términos poéticos. Una segunda lectura podría advertir que la objetivación, exclusión y sojuzgamiento de las mujeres puede ser interpretada de manera similar a la explotación de los recursos naturales.


De más está decir que Cuando el Ganges suena es porque agua trae.





Micaela Fernández Darriba

jueves, 10 de febrero de 2011

La historia de Marcela y Elisa. La primera boda entre dos mujeres en Galicia





Es la historia de un amor… 





El número 44 de Historia de Mulleres quiere rendir homenaje a aquellas personas, especialmente mujeres, que decidieron vivir sus vidas sin importarles lo que opinaran los demás. Por eso, en esta sección recuperamos la historia de amor entre dos mujeres gallegas que lucharon para estar unidas más allá de los impedimentos sociales y de la intolerancia…



Cuentan las crónicas de la época que hacia finales del siglo XIX, Marcela Gracia Ibeas y María Elisa Carmen Sánchez Loriga, la primera nacida en 1867 y oriunda de Burgos y la segunda nacida en 1862 de A Coruña, se conocieron en la Escuela Normal de Maestras de A Coruña, lugar en el que estudiaban. Primero se hicieron amigas y pronto esa amistad se volvió más fuerte e indisoluble.



Al parecer los padres de Marcela advirtieron esta situación y decidieron enviarla a Madrid con la finalidad de intentar separarlas pero el destino las volvió a reunir ejerciendo la docencia de regreso en A Coruña.


“El reencuentro avivó la llama de su relación y comenzaron a vivir juntas en Calo. Allí permaneció Elisa dando clases cuando Marcela se marchó a otra localidad cercana, Dumbría, donde se instaló en la casa escuela sobre 1889. Sin embargo, cada noche Elisa recorría la docena de kilómetros que las separaban para dormir con su amada”. http://www.elmundo.es/cronica/2002/350/1025512666.html



Un matrimonio sin hombre




El tiempo fue transcurriendo entre la pareja, pero sus deseos estaban afianzados y seguros y las mujeres se vieron obligadas a trastocar las reglas que le impedían ser felices.



Luego, Elisa desapareció por un tiempo para poder llevar a cabo un plan pactado entre ambas y poder estar todo el tiempo con Marcela. Entonces, María Elisa Sánchez se transformaría en Mario Sánchez, un supuesto pretendiente de la joven Marcela.



“Elisa era ya Mario, el nombre que escogió para falsificar su identidad. Cambió la melena, las faldas, los refajos y los corsés por una apariencia distinta con pelo corto, traje y ademanes masculinos. También se buscó una personalidad y un pasado tomando como referencia a un supuesto primo suyo fallecido en un naufragio.




Su imaginación trasladó su infancia a Londres y transformó en ateo a su padre. La excusa perfecta para convencer al incauto padre Cortiella, párroco de la iglesia de San Jorge de A Coruña, de que lo bautizase. El 26 de mayo de 1901 pasó por la pila bautismal y, además, recibió la primera comunión. Quedó lista para pasar en unos días por el altar”. http://www.elmundo.es/cronica/2002/350/1025512666.html



En 1901, el 8 de junio más precisamente, tras un proceso de masculinización y de nueva identidad, -vinculada a lo que en la actualidad se conoce como transgénero-, María Elisa y Marcela lograron casarse. La ceremonia fue muy discreta pero logró cumplir con todos los requisitos de una boda tradicional de la época, con invitaciones, con la presencia de padrinos, madrinas (que desconocían el engaño), noche de bodas e incluso un retrato de estudio de la pareja que inmortalizó esta extraordinario relato. Al poco tiempo, la verdad sobre el matrimonio fue desvelada y el hecho pasó a la historia con el nombre de “un matrimonio sin hombre”.




Raquel Platero, especialista en derechos de LGTBQ y coordinadora del libro “Lesbianas. Discursos y representaciones”1 (libro que fue comentado por nuestra publicación) sostuvo en una entrevista lo siguiente:

“(…) Hay que contextualizar las cosas del pasado en su momento. En la historia de las dos muchachas subyace todo un discurso sobre la masculinidad. Elisa se convierte en hombre porque eso refuerza la idea de persona controladora. Ahora nos puede parecer fatal, pero es comprensible porque venimos de una tradición muy machista". Además, recalca Platero, la boda no fue un acto de rebeldía, sino una continuación con los patrones de la época. Casarse en una iglesia significaba estar en sociedad. Ser normales”. http://www.elpais.com/articulo/portada/Marcela/Elisa/casadas/1901/elpepusoceps/20100314elpepspor



Lo cierto es que se trató del primer matrimonio entre personas del mismo sexo en el Estado Español, un siglo antes de que una ley equiparara en derechos a homosexuales y heterosexuales. Como dato curioso cabe mencionar que al parecer la unión nunca fue anulada.


Producto de las repercusiones en la prensa las dos maestras que hasta el momento de la boda ejercían como tales perdieron sus respectivos empleos, fueron excomulgadas y se les dictó una orden de arresto y captura. El catedrático Narciso de Gabriel Fernández reconstruye gran parte de esta historia en un documentado libro titulado Elisa e Marcela. Alén dos homes. Elisa e Marcela. Alén dos homes fue presentado en diciembre de 2008 y participaron del acto el escritor Manuel Rivas, el presidente del colectivo Milhomes2 e impulsor del Premio Marcelo y Elisa y la escritora e investigadora Carmen Blanco.


“O matrimonio, acurralado polas autoridades, ten que abandonar Galicia e diríxese ao Porto, onde vive tranquilo durante algún tempo. Pero o 16 de agosto as dúas mulleres son detidas pola policía, a petición da xustiza coruñesa, que decretara orde de procura e captura por matrimonio ilegal. As autoridades españolas pretendían facerse cargo delas decontado, mais as portuguesas negáronse a entregalas sen unha petición formal de extradición. Foron encarceradas e xulgadas polos delitos cometidos en Portugal, dos que resultaron absolvidas”. Narciso de Gabriel Fernández. http://www.culturagalega.org/album/detalle.php?id=195

Si bien el gobierno de Portugal fue bastante solidario con la unión de las dos mujeres ofreciéndoles refugio y solicitando el indulto ante las autoridades españolas, tuvieron que huir nuevamente al parecer con destino a la Argentina. Al parecer Marcela había dado a luz una a una niña en Oporto y esta situación acrecentaba aún más el misterio acerca del matrimonio.



“En Bos Aires traballaron no servizo doméstico, o mesmo que outras moitas compatriotas. Pero como este tipo de ocupación non lles permitía vivir xuntas, en 1904 Elisa decidiu casar cun dinamarqués entrado en anos, posiblemente coa esperanza de que non lle restasen moitos anos de vida e de adquirir así os recursos económicos que lle permitisen retomar a convivencia con Marcela e a súa filla. O marido, ao saber que casara cunha das protagonistas do matrimonio sen home, denúnciaa, alegando, entre outros motivos, que se negaba a consumar o matrimonio. O xuíz, unha vez comprobado por tres médicos que Elisa era muller, decidiu sobreser o caso. A partir de entón, cando o poder deixa de se ocupar delas, pérdeselles a pista”. http://www.culturagalega.org/album/detalle.php?id=195


El presente




La Historia ha invisibilizado las historias de las mujeres y especialmente de aquellas que no se ajustaban a las reglas y convenciones del patriarcado. Una de las reglas principales quebrantadas por Marcela y Elisa fue precisamente romper con la heteronorma.



“En este tercer milenio las minorías sexuales, y en especial las mujeres lesbianas, están resquebrajando poco a poco los prejuicios que las han embalsamado durante siglos rompiendo con su invisibilidad.”3


En la actualidad el movimiento lésbico cuenta con una historia propia y con derechos obtenido a través de luchas y trabajo, no obstante continúan siendo blanco de invisibilización, discriminación y violencia.


Los medios de comunicación de hace más de cien años se hicieron eco de esta historia reproduciendo la información escabrosa sobre la boda y la conformación pública de la primer pareja lésbica en Galicia y en el Estado Español. Sin embargo, nada se dice sobre la identidad sexual de las mujeres en tanto elecciones libres y no condicionadas, lo que en algunos casos puede manifestarse como invisibilización y censura. Otro tanto ocurre cuando en estos casos y en la trama se involucra la violencia machista u homofóbica. La ausencia de información no significa, como sostiene Raquel Platero, inexistencia.


En el presente, la historia de amor entre Marcela y Elisa sería muy diferente, ya que en el país que las vio nacer desde 2005 están permitidos los matrimonios entre personas del mismo sexo. Buenos Aires, ciudad en la que se refugiaron las protagonistas de esta historia, es el escenario del debate por el matrimonio homosexual, ya se registraron dos intentos de uniones fallidas entre hombres, anuladas por interposición de demandas judiciales.



Tal vez se necesite mirar hacia atrás y reconocer el esfuerzo de algunas pioneras para librarnos del lastre de tantos años de silenciamiento, violencia, ignorancia y oscuridad.



Micaela Fernández Darriba


Referencias bibliográficas:




http://www.culturagalega.org/album/detalle.php?id=195


http://www.elmundo.es/cronica/2002/350/1025512666.html


http://es.wikipedia.org/wiki/Precedentes_del_matrimonio_homosexual_en_Espa%C3%B1a_(Marcela_y_Elisa)


http://www.elpais.com/articulo/portada/Marcela/Elisa/casadas/1901/elpepusoceps/20100314elpepspor_4/Tes



1 http://foeminas.lugo.es/2009/julio/mullerciclopedia_cast.htm



2 El colectivo Milhomes (colectivo de lesbianas, gays, bisexuales y transexuales De Coruña) http://www.milhomes.es/es_avisolegal.html hace varios años que impulsa un proyecto para homenajear con el nombre de una calle A Coruña a la pareja de mujeres pioneras.



3 Villalba Indurria, Pilar, ¿Techo de cristal o armarios de doble fondo? Análisis de discurso sobre el lesbianismo y la homosexualidad desde una perspectiva de género, en Platero Méndez, Raquel (Coord.). Lesbianas. Discursos y representaciones. Barcelona: Editorial Melusina, 2008, página 144.



4 http://www.amecopress.net/spip.php?article2445&var_recherche=violaciones%20correctivas



5 http://www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/rosario/14-22761-2010-03-17.html




Fuente: http://foeminas.lugo.es/historia_de_mulleres_cas.htm





 

María Rosario: pasado y presente de las mujeres trabajadoras.








Si existe una historia invisibilizada ésa ha sido la del trabajo femenino. Develarla y resignificarla es una de las premisas de la exposición “Un día en la vida de María Rosario. Una mujer trabajadora”, de Diana Dowek. Las obras que la componen conforman un relato de la vida de una operaria y representante gremial en la ex-Terrabusi (en la actualidad Kraft), fábrica de galletitas y productos alimenticios.


A través de la combinación de distintas técnicas pictóricas y de diversas tonalidades suaves de blancos, negros y azules-violeta es posible descubrir a María Rosario en su ámbito laboral. Mientras que a partir de la descripción de su vida íntima, en el espacio cotidiano de su hogar, los colores fuertes como el rojo comienzan a poblar las obras. Así puede apreciarse el contraste entre el trabajo de las mujeres en la esfera pública y la privada, y cómo las mujeres se ven forzadas a congeniarlas.


 
La exposición está integrada por obras de concreto y contundente valor poético en donde la figura de María Rosario está puesta de relieve. Es ella la protagonista. Es a partir de su mundo (laboral y/o íntimo) desde donde parte la narración.



El registro de Dowek es social y antropológico porque escarba en el sistema que nos atraviesa. Al respecto la artista dirá de su obra y de su musa de carne y hueso: “María Rosario estuvo ausente de la historia del Arte Argentino. La mujer siempre fue representada como ‘objeto del deseo’, como prostituta o como madre, en general no como trabajadora. Y yo quisiera rescatarla en toda su dimensión, porque las Marías Rosario son hoy el centro de la escena de todas las luchas en nuestro país”.


 
El relato que propone la mujer-artista es posible a partir de la historia de la mujer-trabajadora.



Las mujeres han aparecido en la historia del arte de la mano de Berni, Spilimbergo y Sívori. Es la primera vez que la imagen de una mujer-trabajadora es representada por otra mujer. De esta manera, Dowek y María han trabajado en cooperación, sosteniéndose la una a la otra.



Con este trabajo la artista, que también es una trabajadora, reafirma su compromiso y social sostenido a lo largo de los años.



Dowek construye una María Rosario ausente en el arte y en los medios de comunicación. La resitúa en la historia, le hace justicia y con ella hace justicia por todas.



Micaela Fernández Darriba








EL CUERPO DE LAS MUJERES - www.ilcorpodelledonne.com - version en espagnol

No son excesos, es prostitución de menores

Por Ana Lia Glas *







Silvio Berlusconi, Il Cavaliere, dueño de un imperio mediático, el hombre más rico de Italia, detentó el poder varias veces y ahora es el Primer Ministro italiano. Es un empresario de derecha, devenido político. Ha sido acusado de conexiones con la mafia. Sin embargo, es un paladín de la moral católica, pero ahora se lo vincula a “escándalos sexuales” que en realidad implican el consumo de prostitución infantil. Berlusconi es un “prostituyente” de menores: un delincuente.





Tal vez los medios no lo difunden de esa manera y lo relacionan más con “fiestas” o “excesos” de los poderosos, algo que hace acordar al canto de repudio de la legitimación de la dictadura militar que decía: “No hubo errores, no hubo excesos, son todos asesinos los milicos del proceso”. No creo en los “excesos”, sino más bien en actos deliberados.






Pero mientras la fiscalía lo acusa de inducción a la prostitución de menores y concusión (abuso de poder), el Papa (Benedicto XVI) sólo emite una pequeña reconvención. Es que el Vaticano considera que actualmente se están atacando los valores fundamentales de la vida y la familia a través de la despenalización del aborto, la fertilización asistida y el derecho a la eutanasia.





En ese sentido, Berlusconi ha sido siempre un gran aliado de la Iglesia. Aunque, en realidad, son la Iglesia y personajes como Il Cavalieri los que, con las políticas que defienden y con su accionar, ponen en peligro la integridad de niños, niñas y adolescentes a través de las actividades de curas pedófilos, de políticos prostituyentes y de las muertes de mujeres pobres por abortos clandestinos.





“Nunca haré nada contra el Vaticano”, dijo Berlusconi esta semana y con esa promesa compró las bendiciones que necesitaba. Ya que el mismo Papa que pretende intervenir en los cuerpos de las mujeres impidiéndoles el derecho al aborto seguro, legal y gratuito; el que se opone a que personas del mismo sexo se unan en matrimonio; el que permite la pedofilia de sus sacerdotes y los apaña (con el argumento de que en la década del setenta esa práctica era normal); el mismo que toleró al nazismo y a las dictaduras militares en Latinoamérica y que se opuso a la Teología de la Liberación, entre otras cosas, lo apañan.






Zygmunt Bauman nos habla del “mundo consumo”, en el que el lugar de la política está ocupado por el ciclo que consiste en adquirir y poseer cosas para después tirarlas. Los prostituyentes hicieron extensivo este concepto a las mujeres víctimas de Berlusconi, paradigma de político de este “mundo consumo”.





* Socióloga y feminista, integrante del Instituto latinoamericano de Estudios Políticos y Sociales (Ilepos).





miércoles, 9 de febrero de 2011

África: corazón del Foro Social Mundial

A más de cincuenta años de la descolonización del continente, el Foro Social Mundial (FSM) ha querido rendir homenaje a aquellos que ayer lucharon contra el colonialismo y reafirmarse en su combate contra las políticas neoliberales y neocoloniales, así como reflexionar sobre los procesos migratorios, de África al mundo, y su diáspora.





Si en el anterior FSM en Belem (Brasil), en el 2007, los pueblos originarios y su compromiso en defensa de la Pachamama, la madre tierra, ocuparon un papel central, en esta ocasión África y su diáspora tomaron el foro. Tanto los días previos al FSM como su primera jornada, el lunes 7, estuvieron dedicados, especialmente, a estas cuestiones.





La isla de Gorée, cerca de Dakar, donde partieron millones de esclavos hacia América Latina, acogió, justo antes del evento, una asamblea internacional de migrantes, principalmente de origen africano y varios de ellos venidos de Latinoamérica, que culminó con la elaboración de una Carta Mundial de Migrantes, una declaración de principios elaborada por las mismas personas migrantes con el lema de ‘ Una carta por un mundo sin muros’. Este proceso comenzó el año 2006 y tenía como objetivo reivindicar el derecho universal a circular, vivir y trabajar libremente en cualquier lugar del planeta.





Y el día 7, el Foro Social Mundial fue África. Seminarios dedicados a analizar el papel de la mujer en el continente, el impacto de las políticas neoliberales, la usurpación de sus recursos naturales, el peso de la deuda externa, la immigración Norte-Sur, la lucha contra los tratados de libro comercio, etc. fueron algunas de las temáticas abordadas.





La presencia de organizaciones y colectivos del África del Oeste está siendo muy numerosa. Una caravana de movimientos sociales recorrió días antes del FSM varios países de la región, desde Benín, pasando por Togo, Burkina Faso, Malí, hasta llegar a Senegal, un total de 3377 kilómetros, dando a conocer el Foro Social Mundial y animando a la participación al mismo. CADTM África, No Vox y varios ATTAC's africanos, entre otros, dinamizaron la marcha. La caravana tuvo su última parada en Kaolack, donde llegaron 450 participantes, y donde se celebró, con el apoyo de grupos de mujeres de toda la región, un encuentro feminista e internacionalista.


Pero si un tema está presente en todo el FSM, ya fuese en la jornada dedicada a África como en los días posteriores, es la revuelta tunecina. El levantamiento del pueblo de

Túnez es un ejemplo a seguir, que demuestra que hoy la revolución es posible. En un contexto político faltados de victorias concretas, las revueltas en el norte de África, en

Túnez, Egipto, Yemen, Jordania... demuestran que la lucha sirve. Fathi Chamki de ATTAC Túnez lo dejaba claro con estas palabras pronuciadas en uno de los seminarios del foro: Si el pueblo aspira a la vida, el destino no puede más que doblegarse a su voluntad”.



Esther Vivas desde Dakar.





Magdalena Fleitas - "La Vicuñita" (Stop Motion). Música Andina Latinoam...