lunes, 16 de marzo de 2009

LOLA SISTERNAS, SECRETARIA DE IGUALDAD DE LA COMISIÓN EJECUTIVA DEL PSOE EUROPA

16 de Marzo de 2009 16:00:19

LOLA SISTERNAS, SECRETARIA DE IGUALDAD DE LA COMISIÓN EJECUTIVA DEL PSOE EUROPA

“Animo a las españolas en Europa a luchar por tener mayores cotas de poder”

J. Castro, Munich


El pasado 8 de marzo se celebró el Día Internacional de la Mujer, un día conmemorativo y reivindicativo de los derechos de las mujeres, reconocido por las Naciones Unidas, que se instituyó en Copenhague el 27 de agosto de 1910 durante la Segunda Conferencia Internacional de Mujeres Socialistas, en la que habían participado unas cien mujeres de diecisiete países. La propuesta de dedicar un día al año a la mujer, a nivel internacional, partió de la alemana Clara Zektin, una de las figuras clave del movimiento de las mujeres socialdemócratas en Alemania. Este día se celebra desde marzo de 1911; la fecha del 8 de marzo se fijó posteriormente en homenaje y recuerdo a las 129 mujeres trabajadoras víctimas de un incendio en una fábrica textil en Nueva York, ocurrido el 8 de marzo de 1909 durante una huelga, en la que reclamaban mejores condiciones laborales. Desde entonces, las reivindicaciones de las mujeres se han ido orientando a la situación política del momento. El derecho al voto, igual salario que el hombre por igual trabajo, igualdad de oportunidades, o la lucha contra la discriminación y la violencia de género, fueron las reivindicaciones históricas que, en la mayoría de los casos, siguen teniendo vigor casi cien años después.


Según un reciente informe de la Comisión Europea, basado en datos de 2008, la ocupación laboral de la mujer en la UE sigue siendo menor que la del hombre, a pesar de los avances, y aunque el número de mujeres con formación universitaria supera al de hombres, ellas siguen estando menos representadas en puestos de responsabilidad y ganan un 15% menos por hora de trabajo, por término medio, ocupando la misma posición que sus colegas masculinos. En Alemania la diferencia es todavía más acentuada, la mujer gana un 23% menos que el hombre, lo que coloca a este país en el séptimo lugar entre los países comunitarios. También continúa existiendo gran desigualdad en el reparto de las responsabilidades familiares, que recaen mayoritariamente en las mujeres; son también ellas las que corren mayor riesgo de caer en la pobreza y las que, casi siempre, son las víctimas de la violencia de género y de la explotación comercial sexual. Uno de los colectivos más vulnerable en todas las sociedades es el de las mujeres inmigrantes.


Con motivo del Día Internacional de la Mujer, ‘Crónicas de la Emigración’ habló con la secretaria de Igualdad de la Comisión Ejecutiva del PSOE Europa, Lola Sisternas.


Pregunta.
El 13 de septiembre de 2008 fue nombrada secretaria de Igualdad de la Comisión Ejecutiva del PSOE Europa, ¿cuál es su función, exactamente?


Respuesta.
Me ocupo del seguimiento de las políticas de igualdad del Estado español en Europa y su promoción en entidades españolas ubicadas fuera de nuestro país. Velo por la plena igualdad ciudadana entre las españolas y los españoles residentes en el exterior y por la de éstos con el resto de españoles. Trabajo para promover la igualdad entre los géneros y por el empoderamiento personal y colectivo de las mujeres defendiendo sus derechos, que representan al 50% de la población española. Por eso es tan importante la aplicación de dos leyes estrella del Gobierno socialista impulsadas por Rodríguez Zapatero y nuestra ministra de Igualdad, Bibiana Aído: la Ley de Igualdad y la Ley contra la Violencia de Género.


P.
¿Qué significa para usted ese nuevo compromiso?


R.
La importancia de las ideas socialistas que defiendo no proceden únicamente de lo que son, sino de lo que promueven en la sociedad. Por eso, este nuevo compromiso político significa para mí escuchar a nuestra ciudadanía, transmitirle esperanza y ayudarle a solucionar sus problemas, como lo estoy haciendo, teniendo muy en cuenta el juicio de las personas que me puedan medir en función del coraje con qué me bata por sus derechos, además de mis argumentos políticos, el racionalismo que nos caracteriza a las socialistas. Y lo hago desde una visión de género, para alcanzar la plena ciudadanía para todas y para todos los españoles en el exterior.


P.
¿Con qué herramientas cuenta para llevar a cabo con éxito la labor que se ha propuesto?


R.
Como política, trabajo con tres herramientas fundamentales: el diálogo, que es el principal instrumento; la Ley de Igualdad, una ley vanguardista e histórica en derechos, y por último, el plan de igualdad que he diseñado. En él trabajo, entre otras cuestiones, la mediación preventiva y terapéutica de conflictos para ayudar a las mujeres a hacer frente al maltrato, al acoso y a la violencia de género. En ese sentido, apoyo las campañas de sensibilización e información contra la violencia de género del Ministerio de Igualdad, como la que tiene lugar en Alemania ahora en marzo, y que organiza la Consejería de Trabajo e Inmigración de nuestra Embajada en Berlín, Frankfurt y Hannover.


P.
¿Están las mujeres españolas residentes en el exterior suficientemente representadas en puestos de responsabilidad?


R.
La participación de la mujer en el movimiento asociativo en Europa es muy significativa, son muy activas en él y aportan mucho. Entre las distintas asociaciones con las que trabajo son representativas por mayoría. No obstante, hay pocas que ocupen puestos directivos en empresas o cargos políticos. Por eso, animo a las españolas en Europa a luchar por tener mayores cotas de poder y de participación en la política. Es decir, a hacer lo contrario de lo que hace el PP, quien en el transcurso de la negociación de la Ley del Aborto redujo el papel de la mujer a mera función reproductora. Papel involucionista que manifestaron en la Comisión de Igualdad del Congreso, encargada de modificar la Ley del Aborto de 1985. Al igual que el Partido Popular Europeo, que reivindica la figura de la mujer como madre y cuidadora, en palabras de la presidencia checa, al pretender que las mujeres renuncien a su carrera profesional para dedicarse al cuidado de los niños y de la niñas. Afortunadamente el Parlamento Europeo tumbó ese informe del Partido Popular Europeo.


P.
¿No considera discriminatorio que tenga menos reconocimiento en la sociedad la mujer que decide libremente dedicarse a la familia, que la que trabaja fuera de casa?


R.
En las sociedades capitalistas, las concepciones sociales desvaloran la esfera doméstica de la mujer por no considerarla como valor de cambio. Las actividades del ama de casa tienen que ver con los estereotipos construidos culturalmente, que son los que han alejado a las mujeres tradicionalmente del ejercicio de la autoridad dentro del ámbito laboral. No es justa como posición y va más allá de los años sesenta. Tiene que ver con la necesidad de que se produzca un cambio cultural, querer dar el salto y salir de esa endogámica espiral.
Es tiempo de que las amas de casa tomen conciencia y se revelen contra esos estereotipos que les afectan. Pero no es tan fácil para algunas de ellas desempolvarse culturalmente de la discriminación, cuando se las ha educado para callar y ser sumisas. La Ley de Igualdad de Trato va a combatir cualquier clase de discriminación. Por eso en mis charlas de sensibilización con las mujeres, les trasmito siempre un mensaje de esperanza: “Frente a la discriminación y la parcialización política, tolerancia cero”.


P.
Si se mira al gran número de mujeres españolas en posiciones de gran responsabilidad política, parece que en nuestro país la igualdad hubiera ya llegado al siglo XXI ¿cómo lo ve usted?


R.
La igualdad es un valor embuído en un proceso humano de cambio y de transformación cultural que requiere tiempo. En España el 32% de los cargos directivos están ocupados por mujeres. Uno de cada tres directivos españoles tiene nombre de mujer. Una cifra en línea con la media comunitaria, aunque lejos de los países más desarrollados en este aspecto. Hay un proverbio alemán que dice que de nada sirve correr si se está en el camino equivocado. Sin duda queda mucho por recorrer. Los caminos de la Ley de Igualdad necesitan un mayor recorrido, ya que todavía es una ley reciente, pero estamos en el camino correcto. La igualdad llegará un día a todos los espacios democráticos. El compromiso con la igualdad, en materia de género, constituye uno de los principios socialistas que abanderamos en la Unión Europea. Nuestra Ley de Igualdad ha despertado gran interés en el Parlamento Europeo por su valentía y su apuesta en contra de la discriminación.


P.
¿Qué medidas urgentes serían necesarias, a nivel europeo, para superar las situaciones de desigualdad todavía existentes?


R.
Aunque hemos avanzado mucho en los últimos años, las mujeres tenemos que seguir trabajando para superar las desigualdades todavía existentes en la política europea. Cuatro serían las medidas urgentes que, desde mi punto de vista, necesitaríamos para superar la desigualdad: la primera, que en las próximas elecciones europeas se disponga de una Ley electoral paritaria; la segunda, garantizar la representación equilibrada entre mujeres y hombres en el nuevo Parlamento Europeo, que será elegido en junio de 2009; la tercera, apoyar la conciliación de la vida familiar y profesional, y la cuarta, terminar con las diferencias salariales entre mujeres y hombres. Creo que con nuestra presidencia española de la UE daremos un gran impulso a las políticas de igualdad.


P.
¿Cuál es su mensaje a las mujeres españolas en Europa, como secretaria de igualdad, en el Día Internacional de la Mujer?


R.
Decirles que apuesto claramente por ellas, que las democracias europeas no podrán avanzar sin la incorporación del pensamiento vanguardista de las mujeres. Como antropóloga e investigadora de “la perspectiva de género en las crisis y los conflictos”, siguiendo las huellas de nuestra evolución humana, sé que durante millones de años las mujeres desarrollamos aptitudes mediadoras y negociadoras propias, que hoy las sociedades demandan. Tenemos una visión ternaria simbólica innata de poder transformar la cultura del conflicto y la práctica de la crisis, su implosión y explosión. El poder de las mujeres se sitúa en la toma de decisiones de esa tercera dimensión capaz de crear nuevos escenarios políticos. Tenemos que estar en las mesas de negociaciaciones de la Unión Europea para aportar, desde la igualdad, nuestra visión mediadora de género a la paz y a la seguridad en Europa. Las próximas elecciones europeas son una oportunidad.



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