A más de cincuenta años de la descolonización del continente, el Foro Social Mundial (FSM) ha querido rendir homenaje a aquellos que ayer lucharon contra el colonialismo y reafirmarse en su combate contra las políticas neoliberales y neocoloniales, así como reflexionar sobre los procesos migratorios, de África al mundo, y su diáspora.
Si en el anterior FSM en Belem (Brasil), en el 2007, los pueblos originarios y su compromiso en defensa de la Pachamama, la madre tierra, ocuparon un papel central, en esta ocasión África y su diáspora tomaron el foro. Tanto los días previos al FSM como su primera jornada, el lunes 7, estuvieron dedicados, especialmente, a estas cuestiones.
La isla de Gorée, cerca de Dakar, donde partieron millones de esclavos hacia América Latina, acogió, justo antes del evento, una asamblea internacional de migrantes, principalmente de origen africano y varios de ellos venidos de Latinoamérica, que culminó con la elaboración de una Carta Mundial de Migrantes, una declaración de principios elaborada por las mismas personas migrantes con el lema de ‘ Una carta por un mundo sin muros’. Este proceso comenzó el año 2006 y tenía como objetivo reivindicar el derecho universal a circular, vivir y trabajar libremente en cualquier lugar del planeta.
Y el día 7, el Foro Social Mundial fue África. Seminarios dedicados a analizar el papel de la mujer en el continente, el impacto de las políticas neoliberales, la usurpación de sus recursos naturales, el peso de la deuda externa, la immigración Norte-Sur, la lucha contra los tratados de libro comercio, etc. fueron algunas de las temáticas abordadas.
La presencia de organizaciones y colectivos del África del Oeste está siendo muy numerosa. Una caravana de movimientos sociales recorrió días antes del FSM varios países de la región, desde Benín, pasando por Togo, Burkina Faso, Malí, hasta llegar a Senegal, un total de 3377 kilómetros, dando a conocer el Foro Social Mundial y animando a la participación al mismo. CADTM África, No Vox y varios ATTAC's africanos, entre otros, dinamizaron la marcha. La caravana tuvo su última parada en Kaolack, donde llegaron 450 participantes, y donde se celebró, con el apoyo de grupos de mujeres de toda la región, un encuentro feminista e internacionalista.
Pero si un tema está presente en todo el FSM, ya fuese en la jornada dedicada a África como en los días posteriores, es la revuelta tunecina. El levantamiento del pueblo de
Túnez es un ejemplo a seguir, que demuestra que hoy la revolución es posible. En un contexto político faltados de victorias concretas, las revueltas en el norte de África, en
Túnez, Egipto, Yemen, Jordania... demuestran que la lucha sirve. Fathi Chamki de ATTAC Túnez lo dejaba claro con estas palabras pronuciadas en uno de los seminarios del foro: Si el pueblo aspira a la vida, el destino no puede más que doblegarse a su voluntad”.
Esther Vivas desde Dakar.
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